Señor nuestro Dios, tu eres
nuestra fuerza en la adversidad
nuestra salud en la debilidad,
y nuestro consuelo en el dolor.
Te alabamos y de damos gracias
por los muchos dones
que has concedido a nuestros graduados,
y por traerlos a este hito importante en sus vidas.
Te pedimos que los bendigas,
que los mantengas fuerte en su fe,
y que permanezcas con ellos para siempre.
Donde quiera que vayan después,
guíalos por tu sabiduría,
llénalos con tu fortaleza,
y ayúdalos a usar su educación generosa y honestamente.
Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo,
un solo Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.