Siempre me quedo perplejo cómo nuestras iglesias Católicas típicamente se llenan en la Navidad, Miércoles de Ceniza, y el Domingo de Pascua, pero los tres días de vital importancia del Jueves Santo, Viernes Santo, y Sábado Santo atraen a grupos mucho más pequeños. Sin embargo, si usted realmente desea ponerse en contacto más profundamente con las realidades centrales de la salvación en Jesucristo, ha de participar en esas liturgias.
Los tres días más importantes del año en el calendario Católico son el Triduo. El Triduo es toda una temporada litúrgica que dura desde el Jueves Santo por la noche hasta la noche del Domingo de Pascua. “Triduo” es una palabra en latín que significa “tres días”. Estos son los tres días más sagrados del año.
En el Triduo, estamos observando la Pascua Cristiana. Lo llamamos el Misterio Pascual. El Misterio Pascual es el acontecimiento total de la Pasión, la Muerte, la Resurrección y la Ascensión de Jesucristo. “Pascual” se refiere a la palabra hebrea para la Pascua, y un “misterio” es una realidad que es a la vez visible y oculto. Mientras que participamos en el Misterio Pascual en cada Misa Católica que celebramos, lo encontramos más profundamente en el Triduo.
La Iglesia enseña: “Puesto que Cristo llevó a cabo su obra de la redención humana y de la perfecta glorificación de Dios principalmente por el Misterio Pascual, mediante el cual con su muerte destruyó nuestra muerte y con su Resurrección restauró nuestra vida, el santo Triduo Pascual de la Pasión y Resurrección del Señor resplandece como el punto más alto de todo el año litúrgico.” (Normas universales, 18)
El Triduo nos revela más sobre las doctrinas fundamentales de la creación, la caída, la redención, y de la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Cristo que cualquier otra experiencia que podamos tener, porque la liturgia de estos tres días nos permite entrar en estos misterios a través de un ritual poderoso. No sólo estamos recordándolos como eventos históricos del pasado. En realidad, estamos compartiendo en ellos sacramentalmente. El Triduo es un momento cumbre en nuestras vidas litúrgicas por la cual entramos en un viaje personal con Jesucristo en su pasar de la muerte a la nueva vida.
El ir a la iglesia en todos los días del Triduo es un gran sacrificio, y no es posible para todos. No es obligatorio, tampoco. Sin embargo, aunque usted no pueda asistir a todas estas liturgias, espero que al menos pueda ir a algunas de ellas, y abra su corazón a la acción de Dios en usted a través de estas antiguas oraciones de la Iglesia. Aquí me gustaría revisar lo que sucede en las liturgias del Triduo.
Jueves Santo
La Cuaresma en realidad termina en la tarde del Jueves Santo. El Triduo Pascual comienza con la Misa de la Cena del Señor. Esta misa conmemora la institución de la Eucaristía y el sacerdocio, así como el mandato de Jesús a seguir su ejemplo de amor y de humilde servicio. El sacerdote lava los pies a un grupo representativo de los feligreses, en respuesta a las palabras del Señor en la Última Cena, “Yo les he dado un ejemplo, para que ustedes hagan lo mismo que yo les he hecho.” (Juan 13:15) En el Ofertorio de la Misa, se presentan ofrendas para los pobres junto con el pan y el vino, como una expresión de nuestro compromiso a la caridad Cristiana.
La Santa Eucaristía es la fuente y la cumbre de la entera vida Cristiana. Todo lo que hacemos como Cristianos nos lleva a la Eucaristía y fluye de la Eucaristía. Esta es la noche en que el Señor Jesús nos dio este precioso don de la Eucaristía. Subsiguiente a la Oración después de la Comunión en esta Misa, traemos el Santísimo Sacramento en procesión solemne a un lugar especialmente preparada de reposición. Entonces tenemos la oportunidad de pasar tiempo en Adoración silenciosa.
Yo le animo a usted que tome el tiempo en este noche sagrada para la Adoración Eucarística prolongada. Sería muy útil llevar una Biblia y leer en oración de los capítulos 13-17 del Evangelio de Juan durante este tiempo. Una hermosa costumbre de muchos Católicos en la tarde del Jueves Santo es visitar varias parroquias circunvecinas y rezar en el lugar de reposición del Santísimo Sacramento. Jesús le preguntó a Pedro en esta noche, “¿Ni siquiera una hora pudieron ustedes mantenerse despiertos conmigo?”
Viernes Santo
La liturgia oficial de la Iglesia el Viernes Santo es la Celebración de la Pasión del Señor. Se compone de tres partes: la Liturgia de la Palabra, Adoración de la Cruz, y la distribución de la Sagrada Comunión que se consagró la noche anterior. Este servicio no es una Misa. De hecho, no hay Misas Católicas celebradas por todo el mundo en Viernes Santo.
En este día solemne, honramos el sufrimiento y la muerte de Nuestro Señor, Jesús. Ayunamos y nos abstenemos de comer carne en este día. En la liturgia, proclamamos en totalidad el recuento de la Pasión como lo hicimos el Domingo de Ramos. La experiencia de la Adoración de la Santa Cruz es uno de los rituales más inolvidables de la Semana Santa.
Devociones tales como las Estaciones de la Cruz también se pueden rezar en este día, ya sea solos o con otras personas, ya sea en la parroquia o en casa. Un hermoso Via Crucis al aire libre se encuentra a lo largo del Río Concho en los terrenos del Centro de Retiros Cristo Rey al 802 Ford Street en San Ángelo. Si usted no está seguro de cómo rezar el Via Crucis, se pueden encontrar muchas versiones hermosas en el internet. Mi favorito se llama
El Via Crucis Para Todos (
Everyone’s Way of the Cross) por Clarence Enzler.
Junto con muchos miembros de los fieles, yo participaré en una Procesión con la Cruz el Viernes Santo, empezando desde la Parroquia St. Margaret al 2619 Era Street en San Ángelo a la 1:00 p.m., terminando con el Via Crucis en el Centro de Retiros Cristo Rey. Todos son bienvenidos e invitados a acompañarnos.
El Viernes Santo es una excelente oportunidad para reflexionar sobre el significado del sufrimiento. Recordamos las muchas cruces que nuestro prójimo carga hoy día. El sacrificio salvador de Jesús en la Cruz le da un significado profundo a la experiencia del sufrimiento humano. De una manera muy especial, el Viernes Santo es un día de solidaridad con nuestros hermanos Cristianos que sufren persecución y martirio en el Medio Oriente. Una colecta especial se recoge este día en nuestras iglesias alrededor del mundo para apoyar a los Cristianos en la Tierra Santa.
Sábado Santo
La Misa que se celebra el Sábado Santo comienza después del anochecer. Se llama la Vigilia de Pascua en la Noche Santa. Esta liturgia ocupa el primer lugar entre todas las celebraciones de todo el año. Es más importante que la Navidad, Miércoles de Ceniza, Pentecostés, o cualquier fiesta de algún santo. Es la más grande, la más hermosa, y la más noble de todas las solemnidades.
La Vigilia de Pascua no es lo mismo a una Misa de sábado por la noche. En la Vigilia de Pascua, estamos manteniendo vigilia por la Resurrección del Señor. Se compone de cuatro partes, las cuales nos mueven a través de un despliegue gradual del Misterio Pascual de Jesucristo.
La primera parte se llama el Lucernarium, o el servicio de la luz. Se inicia con la bendición del fuego al aire libre y el canto de la Proclamación de Pascua. Todos, los jóvenes y ancianos, llevamos velas encendidas en la oscuridad, que simbolizan la luz de Cristo que disipa la oscuridad de nuestros corazones y mentes.
La segunda parte es la Liturgia de la Palabra, la cual incluye hasta nueve lecturas de la escritura, trazando la entera historia de la salvación, desde la creación del mundo hasta la nueva creación en la Resurrección de Cristo. Nos tomamos el tiempo para escuchar a las escrituras y responder por medio del canto y la oración.
En la tercera parte, la Liturgia del Bautismo, celebramos la iniciación de nuevos miembros de la Iglesia que han estado preparándose a través del proceso del RICA. Esta parte de la Vigilia de Pascua conduce los elegidos por las aguas del Bautismo hacia la promesa de la vida eterna, y también renueva en todos nosotros la gracia de nuestro propio Bautismo. Renovamos nuestras promesas bautismales, y somos alegremente rociados con el agua de Pascua. Junto con todos los miembros del equipo de RICA de la parroquia, apoyamos a los nuevos Católicos y les invitamos a que tomen un papel activo en nuestra Iglesia.
La cuarta y última parte de la Vigilia de Pascua es la Liturgia de la Eucaristía, cuando los recién bautizados reciben la Sagrada Comunión por primera vez. Aquí todos experimentamos el punto culminante del banquete del Cordero de Dios, regocijándonos en la presencia del Cristo Resucitado.
Esta es una liturgia larga. No espere que se acabe en una hora. Se podría decir que la Vigilia de Pascua es algo como “acampar en la iglesia” para la noche. Algunos encuentran que es muy útil el tomar una siesta en casa por la tarde del sábado, a fin de mantenerse alerto durante la entera liturgia en la iglesia esa noche. Para algunas personas, puede parecer raro el pasar tanto tiempo en la iglesia. Sin embargo, me viene a la mente mi sobrino, que una vez se sentó por 24 horas de películas de
Star Wars en un teatro. La Vigilia de Pascua es infinitamente más importante que
Star Wars.
Domingo de Pascua
En este día, celebramos el hecho de que Dios ha vencido la muerte y ha abierto para nosotros el camino a la eternidad. Los que participaron en la Vigilia de Pascua no tienen ninguna obligación de asistir a la Misa del Domingo de Pascua, ya que la Vigilia es otra Misa de Pascua. Sin embargo, muchos optan por asistir a Misa el Domingo, también. Los que reciben la Comunión en la Vigilia también pueden recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo en otra Misa en el día de Pascua. En las Misas de Domingo de Pascua, el rito de la renovación de nuestras promesas bautismales puede tomar el lugar del Credo de Nicea después de la homilía.
Conclusión
El Triduo Pascual concluye la tarde del Domingo de Pascua. Es un precioso tesoro de la fe Católica, y no debería permanecer oculto. Si usted podrá asistir a cualquiera de las liturgias del Triduo, estará participando en los días más importantes del calendario de la Iglesia.