Señor Dios, te alabamos y te damos gracias por la oportunidad de vivir en libertad en este hermoso país. Ayúdanos a ser buenos administradores de tus regalos.
Enciende en nosotros el fuego de tu amor. Insufla nueva vida en nosotros.
Ayúdanos a ver los demás seres humanos como tus hijos, como nuestros vecinos, y como nuestros hermanos y hermanas.
Sánanos de apatía y corazones endurecidos hacia los que sufren.
Nos visitas en el disfraz de los migrantes necesitados. A medida que buscamos a respetarlos y apreciar su dignidad, que sea una expresión de nuestro amor por ti.
Ayúdanos a comprender las causas de la migración, sentir solidaridad con los que emigran, y trabajar por su seguridad y la justicia.
Oramos por la gente de El Salvador, Guatemala, Honduras, y México, para que pongan fin a la violencia de las maras y los carteles, restauren el orden social, y avancen en la esperanza para el futuro de sus países.
Oramos por la liberación de todas las víctimas de la trata de personas.
Oramos por todos los niños del mundo, para que puedan heredar un mundo de justicia, de paz, de seguridad, y de alegría.
Oramos por la curación de los niños que han sido traumatizados:
por amenazas violentas en sus países de origen,
por las dificultades y los peligros a lo largo del recorrido de inmigrantes,
y por la separación de sus padres.
Oramos por los padres que no saben dónde están sus hijos. Dales esperanza y perseverancia, y ayúdales a reunirse con sus hijos pronto.
Y si los jóvenes llegan a ser detenidos en la Base Aérea Goodfellow, ayúdanos a extender la mano a ellos con compasión y hospitalidad.
Ven con ayuda de nuestros senadores y representantes.
A través de la acción de tu Espíritu Santo, ayúdalos a romper el estancamiento paralizante de sus debates partidistas, para descubrir nuevos caminos de interés mutuo para una reforma migratoria comprensiva.
Orienta el trabajo de todos los encargados de la seguridad fronteriza y la aplicación de la ley. Dáles sabiduría y buen juicio en la realización de sus funciones.
Bendice a las organizaciones humanitarias que vienen a la ayuda de los migrantes. Que su trabajo se base en una comprensión verdadera de la dignidad de la persona humana.
A través de su gracia divina, que el odio sea superado por el amor, la venganza pueda dar paso al perdón, y la discordia pueda ser cambiada para el respeto mutuo.
Ayúdanos a todos a trabajar incansablemente por un mundo más justo y compasivo.
En tu misericordia, escucha nuestras oraciones humildes.
Dependemos totalmente de ti, que vives y reinas por los siglos y los siglos. Amén.