La Transición de la Juventud a la Edad Adulta Joven
August24,2017
by Obispo Michael J. Sis
En la Convocatoria de Líderes Católicos en Orlando en julio de 2017, ayudé en la presentación de una sesión de grupo sobre el tema de ayudar a los jóvenes a hacer la transición de la juventud a la edad adulta joven. Junto a mí en el panel se encontraron líderes eficaces del ministerio juvenil de todo el país.
Las ideas claves que se ofrecieron en la discusión del panel fueron las siguientes:
La Iglesia nos invita hacer una opción para los jóvenes. Debemos hacer el alcance a los adultos jóvenes una prioridad pastoral clara en nuestras parroquias, nuestra diócesis, y nuestras organizaciones Católicas.
El tiempo, energía y recursos que invertimos en el trabajo pastoral directo con los adultos jóvenes son una buena inversión. Es un acto de la corresponsabilidad que promete una rica cosecha. Cuando enseñamos a los adultos jóvenes y los formamos en el liderazgo, estamos desarrollando un recurso que va a edificar la Iglesia por generaciones.
La actitud que funciona muy bien en nuestro ministerio con adultos jóvenes es la siguiente:
Amarlos.
Tener confianza en sus habilidades.
Estar abierto a la acción del Espíritu Santo de traernos los adultos jóvenes con dones especiales que necesitamos para los proyectos de nuestra parroquia u organización.
Los adultos jóvenes están buscando y cuestionando. Debemos atraerlos con la honestidad, la paciencia y la misericordia. Debemos proporcionarles una formación sólida en la fe Católica en toda su plenitud, no sólo la pequeña porción que podríamos preferir. Esto incluye atención tanto a los no nacidos como a los pobres, tanto a la contemplación como a la acción, tanto a lo intelectual como a lo social, tanto a la buena liturgia como a la doctrina clara, y tanto a la justicia social como a nuestras enseñanzas sobre la sexualidad y el matrimonio.
Estamos llamados a la hospitalidad radical, dejando saber a los adultos jóvenes que son bienvenidos y acogidos por la Iglesia Católica. Es importante que hagamos nuestras parroquias y organizaciones “fáciles de usar por los jóvenes adultos.” Esto incluye encontrar maneras de poner los jóvenes adultos en funciones visibles en la liturgia, porque lo que atrae a los adultos jóvenes es la presencia visible de otros adultos jóvenes. Esto también incluye el reservar lugares para que puedan servir en nuestros consejos, y hacer espacio para ellos como protagonistas con oportunidades de influencia.
En nuestras parroquias y organizaciones Católicas, nuestros líderes adultos necesitan dedicar tiempo para la tutoría de adultos jóvenes, para poder entrenarlos para asumir posiciones de liderazgo apropiado. Debemos darles las sugerencias y el apoyo que necesitan para crecer en sus habilidades de liderazgo.
La experiencia de participar en esta sesión de grupo tocante el ministerio con adultos jóvenes me dio una gran esperanza para el futuro de nuestra Iglesia. Hay muchos lugares donde los adultos jóvenes están prosperando en la Iglesia Católica en nuestro país, y también podemos tener éxito aquí mismo en los 29 condados del Oeste de Texas.