Oh Dios, danos la humildad
que reconoce su ignorancia,
admite sus errores,
reconoce su necesidad,
acepta los consejos,
acepta la reprensión.
Ayúdanos siempre a alabar en lugar de criticar,
simpatizar en lugar de desanimar,
construir en lugar de destruir,
y pensar en las personas en su mejor momento
y no en su peor momento.
Amén.
–William Barclay