Oh Dios, creador del universo,
fuente de toda vida,
alabado sea tu nombre por siempre.
Te pedimos que muevas los corazones humanos
para que los enemigos vuelvan a hablarse,
los adversarios se den la mano,
y las naciones busquen juntas el camino de la paz.
Convierte el odio en amor,
la complacencia en el cuidado,
el miedo en confianza,
la desesperación en esperanza,
la venganza en perdón,
y la guerra en paz.
Danos suficiente amor y valor
para construir un mundo
que honre los derechos de todos.
Cambia los corazones de los agresores,
para que respeten la dignidad de la vida.
Ayúdanos a entrar en diálogo honesto y respetuoso
con los que son diferentes a nosotros.
Guárdanos de la indiferencia.
Suaviza nuestros corazones.
Abre nuestros oídos.
Ayúdanos a escuchar con compasión a la otra persona,
compartiendo el dolor causado por sus heridas.
Te rogamos humildemente:
ayúdanos a vivir en solidaridad con todas las personas
y así honrarte,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Compilado de una variedad de fuentes por el Obispo Michael J. Sis